por Nicholas Foy
«Su talento se extendió rápidamente por toda Castilla hasta captar la atención de la reina Isabel la Católica, quien le encargó algunas de las obras más importantes de su carrera.»
El conocido discurso que define la Edad Media como un período donde la oscuridad inundó por completo a la civilización occidental ha ocasionado que grandes creadores de la época, que hoy llamaríamos artistas, aún permanezcan en el anonimato. Muchos de ellos, sin embargo, gozaron en vida de gran reconocimiento y lograron con su fama trascender barreras geográficas y sociales.
Durante el siglo XV, Italia fue la cuna de grandes escultores, pintores y arquitectos que participaron del movimiento de renovación cultural conocido como Renacimiento. Entre otras transformaciones, este movimiento afectó profundamente la forma de hacer arte y significó el abandono y crítica de la tradición artística medieval. En la Península Ibérica, como consecuencia de importantes conflictos políticos y una tradición artística más bien conservadora, el modo medieval de hacer arte perduró en términos generales hasta principios del siglo XVI.
Gil de Siloé fue un escultor de posible origen flamenco o francés que se estableció en la ciudad de Burgos, donde desde 1486 existen registros de su actividad. Su talento se extendió rápidamente por toda Castilla hasta captar la atención de la reina Isabel la Católica, quien le encargó algunas de las obras más importantes de su carrera. Se trata de dos sepulcros, uno dedicado al Infante Alfonso de Castilla y otro a los padres de la reina, Juan II de Castilla e Isabel de Portugal, finalizados en 1492 y 1493 respectivamente.
En Burgos, cerca del altar de la Cartuja de Miraflores, descansan inmortalizadas en alabastro las figuras de los reyes, cada uno representado con atributos que aluden a sus ocupaciones en vida. Las efigies, rodeadas de un programa iconográfico repleto de misticismo, representan uno de los últimos momentos gloriosos del arte medieval en España y denotan las tensiones estéticas que identificarán a la producción artística española de años siguientes, que a pesar de incorporar características “modernas”, generalmente mantiene parte de su mirada puesta en la tradición medieval.
Para recorrer virtualmente la Cartuja de Miraflores ingresar al siguiente enlace: https://www.cartuja.org/visita-virtual/cartuja/la-cartuja-de-miraflores.html
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