Verdad y justicia, dos aliadas contra la mentira

El grupo integrado por Isabel (Blanca Suárez), Lucena (Iván Marcos), Castro (Óscar Casas), Sordo (Adrián Lastra) y Marsé (Francesc Garrido), los “Jaguar”, va a ser el eje fundamental en esta historia. Los protagonistas asumen como causa propia atrapar a los nazis refugiados en España y enviarlos ante la justicia, ya que vivieron en carne propia el sufrimiento del Holocausto. Cada capítulo nos muestra una nueva hazaña para lograr capturar a uno de los personajes más controversiales del exterminio judío, Aribert Heim conocido como el “Doctor Muerte”. Cada uno de los personajes tiene una historia de vida única, marcada por un profundo dolor y desapego a lo que alguna vez creyeron o desearon: el haber presenciado el exterminio nazi forjó sus personalidades de maneras inconmensurables.

En el primer episodio conocemos la vida de Isabel, una mujer que al igual que sus compañeros vivió en carne propia el horror del Holocausto. A sus ocho años, al llegar al campo de concentración le arrebataron a su padre, asesinado por uno de los antagonistas de esta serie, Otto Bachmann, y tiempo después, a su hermano en manos del doctor Heim. El resto del grupo atravesó situaciones similares donde el miedo era moneda corriente, una experiencia que los dejará marcados para el resto de sus vidas y sus futuras decisiones, las cuales fueron motivadas por el deseo de hacer justicia y dar entidad a todos los daños provocados por el nazismo durante la guerra. No es casualidad que el primer capítulo reciba el nombre de “Haus”, ya que ellos cinco formaron su propio hogar para juntos luchar por un mismo objetivo: el lograrlo o no formaba parte del día a día.

Como lo adelantamos en  párrafos precedentes, la serie se estructura en torno a la huida de los nazis dentro de Europa. El tratamiento que sus creadores hacen al respecto es sumamente rico y a la vez reflexivo, ya que el asesinato de millones de seres humanos, y las pérdidas de familiares, amigos y/o conocidos, fue un parteaguas en la historia de la humanidad, pero sobre todo en la vida de los sobrevivientes, aquellos hombres y mujeres que cambiaron su existencia, sus deseos, sueños y creencias por completo. No obstante, la serie permite mostrarnos cómo en los momentos de mayor desesperanza, el apego y la unión son un remedio frente a tanto dolor. Para los Jaguar lo importante no residía únicamente en la captura de los nazis, sino en el compañerismo, el luchar juntos, de igual a igual, por una misma causa. La amistad que se formó entre los cinco integrantes fue fundamental para llevar adelante una tarea tan compleja. En las situaciones de mayor debilidad, donde el sufrimiento los carcomía por dentro al recordar la pesadilla de su padecimiento, el sosiego llegaba cuando alguno de ellos recurría al otro. 

El vínculo de amistad que une al grupo se fortalecerá capítulo a capítulo. A su vez, cada uno de los protagonistas tiene una historia particular que se va develando a medida que los episodios avanzan. Sus personalidades los hacen únicos y diferentes; los sentimientos que comparten entre sí permiten al espectador interiorizar todas aquellas emociones que sintieron mientras cumplían su misión. Los recuerdos que aparecen como imágenes continuas en cada capítulo nos invitan a sumergirnos cada vez más en sus padecimientos y deseos; a su vez, podemos entender de qué manera la memoria cobra un lugar especial, ya que la misma es un aliado en la búsqueda de la verdad y la justicia. Sin memoria no existe un pasado, ni se configura un presente. La misión que ellos debían lograr tenía como fin colocar en la memoria colectiva los crímenes de lesa humanidad producidos sin impunidad bajo el régimen de Adolf Hitler, y que por años se intentaron encubrir, en este caso, con los escondites. 

Más allá de la historia que nos muestra la serie, “Jaguar” nos presenta un tema que invita al espectador a reflexionar: el dilema entre la justicia y la venganza, qué actitud tomar cuando tenemos frente a frente a la persona que mató a nuestra familia, a aquel que se encargó de torturar y matar a cientos de seres humanos. ¿Somos los encargados de jugar al papel de Dios y decidir sobre su vida? ¿Le pagamos con la misma moneda o acudimos a nuestra humanidad, dejando que sea un tribunal quien decida cuál es la condena apropiada? Un dilema entre la razón y el dolor. En “Jaguar”, es Isabel quien atraviesa esta disyuntiva que nos hace sentir en carne propia el resentimiento. Sin embargo, la serie busca mostrarnos cómo los sentimientos más tristes y oscuros pueden convertirse en algo nuevo. La búsqueda de la justicia representa una vida llena de significado por aquello que vale la pena vivir, y no simplemente desear que un otro incluso aborrecible, sufra tanto como lo hicieron sus víctimas.