Fundación para la investigación y la difusión de la historia y la cultura españolas en la Argentina
Artículo realizado por Lucía Gómez.
La contrarreforma católica impuso en los creyentes de todo su universo la preocupación por alcanzar una “buena muerte”. A su vez, la progresiva barroquización de los rituales fue transformando las prácticas funerarias y las actitudes colectivas frente al deceso. En el Buenos Aires colonial, la convivencia cotidiana con la fatalidad propició la difusión de una visión singularmente amenazadora de la muerte, que se hallaba impregnada por otras percepciones propias de la moral barroca, como las de la caducidad de la vida humana y el carácter perecedero de los bienes acumulados. Ello se apreció de una forma todavía modesta en el siglo XVII, pero impactante en el período virreinal, cuando acompañó el acelerado crecimiento económico y demográfico de la ciudad en el XVIII.
El último lance. Actitudes frente a la muerte y prácticas funerarias en Buenos Aires: 1651-1810, escrito por Carlos María Birocco y Facundo Roca, examina dicho fenómeno a través de sus distintas manifestaciones, prácticas, ordenamientos, sensibilidades, actitudes y rituales, haciendo vinculaciones con el mundo europeo y la Península ibérica. Esta obra se encuentra dividida en dos grandes partes: la primera de ellas redactada por Carlos María Birocco, bajo el nombre de “Morir en el Buenos Aires de los Habsburgo (1651-1700)”; y la segunda por Facundo Roca, con el título de “Vida y muerte en el Buenos Aires virreinal”.
A lo largo del desarrollo, por lo tanto, se parte de cómo enfrentar la enfermedad condujo al ser humano a hacerse una representación del sufrimiento, a menudo sesgada por los planteamientos ético-religiosos dominantes en el momento histórico en que le tocó vivir. Cuando los síntomas hacían prever la cercanía de la defunción, el individuo tenía ante sí la oportunidad de prepararse para los ritos del “bien morir”, aprovechando sus últimas horas de vida para consagrarse a la penitencia y a la reconciliación con la divinidad.
Al igual que en la confesión de los pecados, quienes percibían la inminencia de la muerte se servían del testamento para enmendar sus errores pasados. Aun en una ciudad en los márgenes del imperio español como lo era Buenos Aires, la redacción de este documento se hallaba ya tan incorporada a las prácticas del “bien morir”. Las horas de la agonía incluso no se vivían en solitario, sino que se convertían en un espectáculo abierto, a toda la vecindad, o por lo menos a un amplio grupo de personas que pertenecía al círculo familiar y relacional.
En el momento de los ritos funerarios, no obstante, los autores consideran que habría que esperar al siglo XVIII para poder presenciar el florecimiento del modelo fúnebre barroco, con toda su pompa y fastuosidad, pues la élite porteña no alcanzaría el ápice de su enriquecimiento hasta que se benefició de la centralidad que otorgaron al puerto de Buenos Aires las reformas de Carlos III. Así, si bien las sensibilidades y actitudes ante el fallecimiento seguían respondiendo en gran medida a los preceptos tradicionales de la pastoral barroca —y en algunos aspectos esto tendió a agudizarse durante el siglo XVIII— la documentación trasluce una serie de preocupaciones, expectativas y estrategias que dan cuenta de un nuevo contexto y de un clima social completamente diferente.
El afianzamiento de las instituciones eclesiásticas –en particular de la Iglesia diocesana y del clero secular–, el crecimiento económico y demográfico de la ciudad, la consolidación de una rica élite mercantil de nuevo cuño, el impacto del discurso ilustrado y de una piedad más interior y despojada, además del despliegue de un incipiente –aunque perceptible– proceso de “medicalización” de la muerte, fueron configurando un escenario ciertamente novedoso. De esta manera, el comportamiento de los testadores y moribundos –al igual que el de sus deudos y el de los propios eclesiásticos– adquirió algunas características distintivas, que los diferenció y en cierta medida los distanció, pero no completamente, de sus antecesores del XVII.
ISSN: 9789878090931
Editorial: Prohistoria Ediciones
Fecha de Edición: 07/05/2024
Lugar de la edición: Rosario, Argentina.
Encuadernación: Rústica
Número de Páginas: 200 pp.
Idioma: Castellano.
Licenciado en Historia por la Universidad Nacional de Luján y Doctor en Historia por la Universidad Nacional de La Plata. Investigador independiente en el Centro de Historia Argentina y Americana de dicha institución. Profesor titular de Historia de América Colonial e Historia Argentina II en la Universidad de Morón.
Profesor de Historia Económica y Social II y Doctor en Historia por la Universidad Nacional de la Plata. Becario post-doctoral de CONICET en el Instituto de Investigaciones en Humanidades y Ciencias Sociales (IdIHCS) de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de la Plata