“Los santos Inocentes”.
Cuando la inocencia limita la libertad.

Artículo realizado por Marcela Carolina Barrionuevo.

El freno al progreso social bajo la mirada de Mario Camus

Durante el régimen franquista en España, que se extendió desde 1939 hasta la muerte de Francisco Franco en 1975, el cine fue considerado una herramienta poderosa para difundir la ideología del régimen y, como resultado, se impuso una fuerte censura para asegurar que las películas fueran coherentes con la visión oficial del Estado.

En este periodo hubo varios conflictos y marcadas desigualdades económicas que afectaron a amplios sectores de la población. Uno de los principales problemas sociales fue la presencia de latifundios y la desigualdad en la distribución de tierras. Los latifundios eran grandes propiedades agrícolas, a menudo propiedad de familias aristocráticas o terratenientes, que controlaban extensas áreas de territorio. Esta concentración de la propiedad generó una marcada desigualdad en la distribución de la tierra y llevó a la explotación de los trabajadores rurales. La falta a su acceso y la escasa modernización agrícola provocaron condiciones de pobreza y falta de oportunidades para muchas comunidades campesinas.

Los Santos Inocentes
Escena de Los Santos Inocentes.

El acceso a la educación y a los servicios sociales estaba restringido y esta situación profundizó las condiciones de desigualdad social que afectaron negativamente a los más vulnerables, como los niños, las mujeres, los ancianos y los discapacitados.

El desempleo fue un problema recurrente durante el régimen franquista, especialmente en áreas rurales y en sectores industriales menos desarrollados. Los trabajadores enfrentaban condiciones laborales precarias, bajos salarios y escasa o nula protección social.

Después de la muerte de Franco y con la llegada de la democracia, el cine español experimentó una transformación, abordando abiertamente la historia del régimen y explorando temas de memoria histórica y de reconciliación.

¿Quiénes son santos, quiénes inocentes?

Los Santos Inocentes es una película dirigida por Mario Camus y estrenada en 1984. El filme está basado en la novela homónima de Miguel Delibes. Si bien la trama no ahonda directamente en la temática de la Guerra Civil española, sí refleja la realidad social de la época en los grandes latifundios. Ambientada en los años 60, muestra las relaciones sociales de los personajes, sus orígenes y el lugar que cada uno de ellos ocupa en la sociedad y la jerarquía española.

Podemos centrar la historia en la relación entre Azarías, interpretado por Francisco Rabal, y su familia campesina, que es subyugada en un latifundio español. El filme denuncia las injusticias provocadas por una sociedad jerarquizada que sobrevive a expensas de la explotación de los campesinos que realizan todo tipo de tareas para los terratenientes, incluso aquellas que los despojan de cualquier indicio de dignidad. El filme presenta una visión cruda y realista de un director que retrata en cada escena las terribles condiciones de vida de los trabajadores rurales, así como la opresión social.

¿Quiénes son aquí los inocentes? ¿Por qué son santos? No poder decidir sobre la propia vida por no tener la libertad plena de hacerlo los hace santos tal vez, pero ¿cuán inocente soy si no reconozco el límite de mi propia dignidad? Despojarse de todo aquello que te determina como persona no te hace santo, te convierte en un ser más de la cadena alimenticia, un ser del que se sirve el que te subyuga, el que te explota, el que drena tu alma y te convierte en algo insignificante.

Tapa de la novela Los Santos Inocentes de Miguel Delibes de la cual está basada la película homónima.
Tapa de la novela Los Santos Inocentes de Miguel Delibes de la cual está basada la película homónima.

Ir y volver en el tiempo

Si bien el filme está ambientado en la década de los 60, presenta escenas propias de épocas pasadas dando la sensación de un déjà vu histórico, volviendo a una suerte de espacio medieval en la que se mezclan distintas realidades, una en la que los hombres estaban atados a una tierra ajena en la que debían trabajar y servir a los señores dueños de las mismas. Claro es el ejemplo de la escena en la que la marquesa se hace presente en la finca y sentada en sus jardines, cada campesino se acerca a ella a recibir su bendición y unas cuantas monedas de falsa generosidad para celebrar su presencia en el lugar.

En Los Santos Inocentes, el director usa la técnica del flashback para proporcionar los antecedentes y llegar a describir íntimamente a los personajes principales, mostrando en la narrativa fílmica determinados elementos clave que reflejan el pasado de cada uno de ellos. El pasado y el presente se funden en las dolorosas historias personales de Quirce, Nieves, Paco, Régula, Azarías y la ignota niña chica.

Música y fotografía

Los recursos fílmicos utilizados en la película ayudan a describir lo que el director quiere transmitir. El filme presenta una ambientación que delinea la sociedad rural española del periodo de la década de 1960. Sus paisajes y sus escenarios conmueven por su belleza natural y por su capacidad de posicionar al espectador en el lugar. La escenografía, la vestimenta, las personificaciones son precisas y vívidas, se pueden oler los corrales, percibir las tristezas, entender los gestos, el dolor, la humillación y el sometimiento. La interpretación de los personajes emociona y provocan la empatía de aquellos que disfrutan del filme.

El sonido ambiental sumerge y envuelve al espectador en cada escena transmitiendo miedos, disgustos, horror, desencanto y desilusión. La sonoridad del paisaje rural denota la búsqueda del sonidista por transmitir realismo al ambiente creando atmósferas auténticas y vívidas. La película construye su historia de manera pausada logrando una ebullición en el crecimiento de la tensión del espectador.

Los Santos Inocentes
Personajes principales de Los Santos Inocentes

La belleza de las metáforas

El uso de símbolos y metáforas representan circunstancias significativas e interpelan profundamente al público presente. ¿Por qué la “Niña chica” no tiene un nombre? ¿Por qué no merece ser nombrada? ¿Acaso no tiene ningún mérito su vida, ella no es nadie, no requiere identidad? No nombrar a la niña determina cuánta importancia se les da a aquellos que deben estar ocultos, aquellos que dan vergüenza, aquellos que deben estar encerrados en una institución. Sin embargo, la niña entiende, la niña está, existe, respira y llena de consuelo a Azarías; su niña es la única que lo entiende.

Ejemplo de esta afirmación es la escena en la que la Condesa le “sugiere” a Régula que Azarías debe estar en una institución. Es aquí donde se puede observar una inflexión en el personaje, una fina línea que no piensa cruzar, una que la ata a Azarías en el amor de hermanos, una luz de humanidad tan potente que contradice a la marquesa y expresa que no abandonará a su hermano en una institución.

La imagen de un hombre (Paco) corriendo tras la caza de otro es un recurso muy fuerte que lleva a pensar en un ser sin dignidad humana, comparado con un animal de caza, representando también la opresión y el sufrimiento de los personajes.

Para transmitir el contraste social, el director utiliza el recurso de la figura antagónica; de esta manera encarna el opuesto perfecto de los personajes en las figuras de los terratenientes y los jornaleros resaltando la desigualdad abismal entre ellos, la exagerada explotación de su trabajo y la denigración de sus vidas que lindan con la supervivencia.

El director apela a las emociones de los espectadores a través de una narrativa pulcra, que respeta sin lugar a duda la novela original. La película se torna en una escena conmovedora tras otra provocando un enojo visceral por las situaciones que se plantean y la inactividad de reacción de los personajes. El sufrimiento de los protagonistas repercute en cada fibra sensitiva de los espectadores logrando una afinidad única en ellos.

Una vida de sumisión y humillación bloqueó los anhelos de progreso de los trabajadores rurales que, acostumbrados a la servidumbre, se habitúan a mantener la cabeza inclinada ante aquellos que les obligan a creer que no son nada. Seres que parecen perder la humanidad conviviendo en un pesebre cargado de miseria oscura y apagada, obligados a permanecer allí, atados, arrastrados a la tierra y consumidos por ella.

Paco y Régula guardan en su corazón el íntimo deseo de ver a sus hijos, Nieves y Quirce, salir de esa pobreza siniestra e indigna: no tienen ya para ellos el mismo deseo.  Éste ya fue apagado con esfuerzo y sudor. Los jóvenes, los que tienen nombre y pueden ser nombrados, ayudan a sus padres en las tareas en los que se los requiera.

Iván, el terrateniente, cree que la educación de los campesinos acaba en la escritura de sus nombres, en la marca del ganado que él decidió utilizar. Saber escribir su nombre es suficiente, la educación es privativa para aquellos de su clase, un beneficio de su lugar jerárquico.

“A los jóvenes de hoy les cuesta aceptar una jerarquía, unos abajo y otros arriba” (Don Iván en referencia a Quirce)

Paco sufre abusos constantes por parte de “su señorito” Iván quien, además de insultarlo repetidamente, abusa físicamente de él, siendo hasta obligado a levantar las presas de caza con la pierna fracturada. El patrón se muestra aquí, como en otras escenas, con la más oscura perversión. Mata por placer al matar el ave de Azarías. El señorito no ha aprendido nada de humanidad, el señorito explota, el señorito abusa, el señorito se sirve lo que quiere, la vida, la mujer, el sexo o el ave, el señorito no conoce límites ni empatía, el señorito no es santo ni inocente: Azarías sufre porque el señorito ha matado a su Milana.

¿Qué nos queda?

Los Santos Inocentes es un filme que conforma armoniosamente recursos especialmente seleccionados para transmitir no solo una historia, sino que reviste la intención de sumergir al espectador en ella. Combina y fusiona una calidad cinematográfica empapada en la voluntad de un artista dispuesto a entregar a los espectadores una obra impregnada de la belleza lúgubre otorgada por la narración de una realidad increíblemente dolorosa.

La dura realidad de las sociedades rurales españolas en la década del ´60 se describe rigurosamente mediante una cuidada fotografía, las magníficas interpretaciones de los protagonistas y las emotivas líneas de un guion respetuoso de la originalidad y la pulcritud del autor.

El filme producido durante la vuelta a la democracia representa un reclamo atrasado, un reclamo callado por mucho tiempo, representa la visibilización de las desigualdades sociales y la pobreza que determinó a grandes sectores de la población. Las realidades emergieron y fueron representadas por las artes que buscaron mostrar al mundo lo que estaba sucediendo en España.
Mario Camus nos sumerge en una exquisita historia que despierta la empatía del público el cual durante casi dos horas siente y vive el sufrimiento, el dolor y el enojo de la familia de Azarías, un santo, un inocente.

Escena de Los Santos Inocentes.

Ficha técnica

Título: Los Santos Inocentes

Año: 1984

País: España

Duración: 103 minutos.

Dirección: Mario Camus.

Guion: Mario Camus, Antonio Larreta, Manuel Matji. Novela: Miguel Delibes.

Música: Antón García Abril.

Fotografía: Hans Burmann.

Reparto:Alfredo Landa, Francisco Rabal, Juan Diego, Terele Pávez, 
Agustín Gonzalez, Juan Sánchez, Susana Sánchez, Belén Ballesteros

Productor: Julián Mateos

Distribuidora: Suevia Films

Género: Drama | Drama social. Vida rural. Años 60. Caza

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