por Diego Califano
Los majestuosos escenarios, la banda sonora, las vestimentas y los armamentos son algunos de los elementos que se ven en la producción de Anthony Mann y que nos envuelven y adentran en la España medieval de Rodrigo Díaz de Vivar, más conocido como “El Cid Campeador”. Elevado por la literatura con el Cantar del Mío Cid y tomado desde distintas artes, la figura del héroe castellano se ha globalizado y sus hazañas se han hecho conocidas en distintas partes del mundo: encarna los valores de heroísmo que hasta hoy en día son objeto de análisis y discusión.
La película del año 1961 hace un paneo de esos valores, y puede ser abordada desde dos unidades de sentido: las cualidades de Rodrigo Díaz de Vivar; y la realidad política al interior de la Península Ibérica, en el marco del proceso de la Reconquista. Estas dos variables se conjugan en la producción, y permiten al espectador tomar conciencia de la complejidad que se esconde detrás de la legendaria figura del militar castellano.
Corría el año 1080, y la Península Ibérica se encontraba dicotomizada entre territorios cristianos y musulmanes. Los avances y retrocesos de unos sobre otros representaban los vaivenes propios del proceso de la Reconquista, que dejaba un espacio cada vez más herido y desgarrado por los enfrentamientos. En este marco nos topamos con la figura de Rodrigo Díaz de Vivar, un infanzón de la baja nobleza oriundo de Burgos (Castilla), que hace gala de un sinfín de cualidades, entre las que podemos destacar…
… la valentía:
El Cid Campeador hace frente a todas las pruebas que se le presentan. No se muestra temeroso ante los desafíos que el destino pone en su camino, sino que los asume como misiones impostergables que un caballero debe cumplir. Esta cualidad se pone de relieve en su dicho: “un guerrero debe encontrar el valor por sí mismo”, dejándonos entrever que las pruebas y la experiencia son las que lo fortalecen.
… la fidelidad:
El Cid acciona en función de lo que las autoridades regias le piden y nunca deja de respetarlas. Sin embargo, podemos apreciar en distintos momentos de la película que se muestra rebelde ante las órdenes reales. Tenemos el caso de su discusión con el Rey Alfonso VI, quien quiere al Cid peleando en la batalla de Sagrajas. Este se niega rotundamente ya que le preocupa la zona de Valencia, región en la que podría vulnerar el avance moro.
… la moderación:
Pese al contexto histórico, en el que reinan las adversidades y rechazos mutuos entre los pueblos que habitan la Península Ibérica, el Cid demuestra un sentido de cautela bastante agudo. Como puede verse al iniciar la película, Rodrigo toma la decisión de liberar a dos emires moros que sus tropas habían capturado. ¿Por qué lo hace? Porque no le ve sentido a la perpetuación del odio entre cristianos y musulmanes.
… el sentido de la redención:
Así como a veces obra desde la rebeldía y siguiendo lo que dicta su razón, desobedeciendo las decisiones regias, el Cid busca redimirse frente a sus desaciertos. Prueba de ello es la participación en el enfrentamiento por la ciudad de Calahorra, en la que se bate a duelo con Don Martín, representante del Reino de Aragón.
… la capacidad de estrategia:
El Cid se muestra idóneo en la toma de decisiones para los avances sobre territorios ocupados por los musulmanes. Sabe hacia dónde tiene que dirigirse y hacia dónde no le conviene ir.
… el sentido de justicia:
Entendiendo la justicia como el “dar a cada uno lo que corresponde”, el Cid busca que esa equidad exista. El asesinato del Rey Sancho no puede quedar impune, y por eso Rodrigo lleva a Alfonso VI hasta el extremo cuando lo hace jurar sobre las Sagradas Escrituras de que él no tuvo nada que ver con la muerte de su hermano. Esa sed de justicia le valió el exilio al Cid.
… la práctica de la caridad:
Tomándola como “el amor desinteresado hacia el otro”, la vemos patente en el Cid: sabiendo que le espera un largo viaje en el exilio, no duda en entregar toda el agua que carga consigo a un leproso que la necesitaba.
… la aceptación de su destino:
El Cid no pone excusas ni reparos frente a lo que le toca. Cuando el Rey Alfonso VI decide enviarlo al exilio por la humillación que le hizo pasar frente al pueblo, Rodrigo asume su destino, pese a las dificultades que esto le traería.
… la religiosidad:
Cada tarea que debe realizar, el Cid la encomienda en las manos de Dios. En ningún momento reniega o se queja de lo que le toca: su espiritualidad es impoluta y él se ampara en la misma.
… el amor filial:
Rodrigo Díaz de Vivar, además de ser un caballero que se entrega por su tierra y da lo mejor de sí en las misiones que le tocan, puede llegar a dejar todo a un costado si su familia peligra. Cuando Alfonso VI encierra a Jimena, esposa del Cid, y a sus hijas, Rodrigo abandona su cruzada con tal de ir a rescatar a su familia.
Con respecto a la producción cinematográfica, la misma se encuentra dividida en dos partes, cada una marcada por la realidad política del momento que se estaba atravesando: la primera parte en la que se explicita la forma en la que el Cid va ascendiendo y ganando reconocimiento en la sociedad. Vemos su vínculo con el Rey Fernando de Castilla y su posición como “campeón del Rey”. En esta parte, apreciamos sus desencuentros amorosos con Jimena y los intentos del Cid por volver a enamorarla. A medida que se va involucrando en la realidad política, se encuentra con las injusticias que emanan del poder real, y pese a sus desacuerdos y peleas, se mantiene fiel en su cruzada ya que su misión consiste en proteger la tierra que lo vio nacer y crecer.
La segunda parte de la película pone el foco en las estrategias de Rodrigo contra el avance moro dirigido por el temido Emir Ben Yusuf. El mismo estaba asentado en la costa norte de África y mostraba una mentalidad expansiva y asesina: quería que España sea totalmente sumisa. El Cid, astuto y conocedor del territorio y de las dinámicas expansivas, siempre supo hacia dónde tenía que dirigirse para vencerlo, desoyendo las órdenes del Rey Alfonso VI. En esta parte de la producción, podemos entender la importancia del Cid como ícono de la Reconquista.
Las locaciones permiten a los espectadores situarse en los espacios propios del siglo XI (el castillo, el área rural, los campos de batalla, las grandes murallas defensivas). Las mismas se reparten entre estudios cinematográficos y espacios urbanos y rurales, presentes en su mayoría en España (el Castillo de Torrelobatón en Castilla y León; o las sierras de Guadarrama, por ejemplo) y en menor medida, en Italia.
Los planos transmiten la sensación de grandeza y pequeñez debidas a cada situación: un plano picado cuando el Cid está en su celda y se lo juzga por traición acompaña el sentimiento de desvalorización que Rodrigo siente en ese momento; un plano contrapicado en las marchas de las distintas tropas hacia Valencia nos da la muestra de la exuberancia militar. A la par de los planos, los diálogos, gestos y posturas hacen su parte: en ellos se materializan modos de ser y proceder de la época.
La película de El Cid, obra que contribuye al diseño de la identidad española por tomar una de las reconocidas producciones literarias del territorio ibérico, presenta la particularidad de haber sido dirigida por un director estadounidense, Anthony Mann. El puesto de Mann iba a ser desempeñado por Rafael Gil, productor español, pero los norteamericanos vieron en la historia de Rodrigo Díaz de Vivar la posibilidad de realizar un despliegue monumental de técnicas y efectos. A su vez, desde la esfera política, se percibía que la dirección en manos de un estadounidense constituiría un ingrediente interesante para los vínculos diplomáticos entre España y Estados Unidos.
FICHA TÉCNICA
TÍTULO: El Cid
AÑO: 1961
ORIGEN: Estados Unidos
DIRECTOR: Anthony Mann
MÚSICA: Miklós Rózsa
FOTOGRAFÍA: Robert Krasker
DURACIÓN: 184 minutos
ELENCO: Charlton Heston, Sophia Loren, Raf Vallone, John Fraser, Geneviève Page, Gary Raymond, Herbert Lom, Massimo Serato, Douglas Wilmer, Michael Hordern, Andrew Cruickshank, Ralph Truman, Hurd Hatfield, Gerard Tichy, Christopher Rhodes, Frank Thring, Carlo Giustini, Barbara Everest, Fausto Tozzi
GUIÓN: Philip Yordan, Fredric M. Frank
PRODUCCIÓN: Distribuida por The Rank Organisation, Allied Artists. Coproducción Estados Unidos-Italia; Dear Film Produzione, Samuel Bronston Productions
GÉNERO: Aventuras | Histórico.
Extraído de https://www.filmaffinity.com/
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Las imágenes fueron extraídas de:
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https://www.imdb.com/title/tt0054847/mediaviewer/rm11705856
https://agorasimposio.wordpress.com/2013/09/30/el-cid-heroico-cinematografico-de-charton-heston/
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