Aquellas pequeñas cosas: la amistad, el intelecto y la familia durante La Guerra Civil Española

artículo realizado por Aldana Sgandurra, Clara Sana y Juana Vissio

Otros costados de la Guerra Civil

La Guerra Civil española fue un suceso que marcó la historia de España, un hecho trascendental que ha dejado y deja, hasta el día de hoy, marcas imborrables. Sin embargo, debido a su larga extensión en el tiempo, muchos son los elementos que han sido plasmados o recuperados en el cine como postales de aquellos años tan violentos: el amor, la amistad o incluso el desarrollo intelectual, son algunos de ellos.

Es importante rememorar que la vida cotidiana sufrió cambios y contramarchas para las generaciones que han vivenciado el conflicto, diferentes hábitos y rutinas se vieron empapados de una realidad muy cruenta. A pesar de ello, las grandes emociones, valores y capacidades de los hombres, las mujeres e incluso de los niños no dejaron de aflorar de forma permanente para reflejar invariablemente la humanidad a lo largo del conflicto.

El enfrentamiento bélico no fue sólo el detonante para quebrar a la sociedad, sino también lo fueron la falta de esperanzas, las amistades traicionadas, los amores perdidos y las promesas incumplidas. Es por ello que rescatar ciertos momentos pequeños, o aferrarse a anhelos simples o a proyectos poco trascendentales como comprar una bicicleta para recorrer el parque durante el verano, pudieron constituir una luz de esperanza durante la guerra.

Un acontecimiento de semejante magnitud, que arrasó con todo a su paso dejando un vacío irrecuperable, llevándose con él las ilusiones de todas aquellas personas a las que se les arrebataron la vida, los sueños, la libertad y sus derechos, tiene naturalmente una contracara. La historia cultural y la historia social se han encargado de mostrarla, recuperando relatos que son sumamente valiosos para entender un poco mejor las realidades de los actores sociales que han estado inmersos en el conflicto.

Algunos de estos elementos se ven particularmente reflejados en las tres películas que analizaremos en la presente reseña: Las Bicicletas son para el verano (1984); La lengua de las mariposas (1999) y Mientras dure la guerra (2019). Cada una de ellas se basa en el mismo suceso histórico: la Guerra Civil española; sin embargo, estas producciones muestran una mirada completamente diferente a la que estamos acostumbrados, ya que se centran en el impacto que la guerra ocasionó en las vidas cotidianas de la sociedad española, y en cómo las personas fueron modificando su personalidad y estilo de vida con respecto a la misma.

De la amistad y el intelecto

Muchas fueron las instituciones y los actores sociales que formaron parte de este entramado. Como se ha dicho desde un inicio, el objetivo del presente análisis pone énfasis en las microestructuras que se vieron trastocadas por este episodio: la familia, las amistades, la enseñanza. Este último aspecto es particularmente destacable en el primero de los films a abordar, mostrándonos cómo la relación entre el docente y el alumno genera un vínculo invaluable en dicho contexto de una manera emotiva, pero a la vez contestataria, ya que la figura del profesor que el director José Luis Cuerda quiso mostrar en los años noventa difiere de la propuesta por el franquismo. 

La enseñanza propone un cambio visible a través de la figura del maestro en La Lengua de las Mariposas, en tanto planteaba una apoyatura estatal desde la propuesta republicana, con un enfoque mucho más humanista e intelectual que la escolaridad que se venía gestando en una España con altas tasas de analfabetismo. Una propuesta educativa que hace hincapié en la experiencia, en la naturaleza, en la observación, en el análisis de lo cotidiano y sus criaturas más vulnerables como lo son las mariposas. Esta es la propuesta que el film nos transmite y que, en contrapartida, no resulta ser el modelo educativo que perdura durante el conflicto. 

Luego de la caída del proyecto republicano es visible una transición en la cual la educación es parte integrante: los textos son elegidos con intencionalidades nacionalistas e incluso los profesores son destituidos en el caso de que su ideología sea opositora, como sucede con Unamuno (Karra Elejalde) quien es alejado de la Universidad por no prestar apoyo al bando nacional en Mientras dure la guerra, obra del director Alejandro Amenábar. 

En este contexto de guerra, la Iglesia sirvió como apoyo ideológico para el bando nacional. En contrapartida al laicismo republicano, hubo una cristianización más bien obligatoria que voluntaria, en donde se asistía a misa con la intención de alivianar la moral y la conciencia, como podemos ver en la película La lengua de las mariposas (1984), cuando Rosa (Uxía Blanco) participa de la celebración religiosa por ese mismo motivo. También se observa cómo los sacerdotes tomaron un rol de mentores, en tanto concierne a guiar la conducta ciudadana, reforzando su poder social sobre la población. 

Por otro lado, no son sólo la religión y la educación los ámbitos que se ven afectados por la Guerra Civil. En un aspecto más personal las amistades se encuentran atravesadas por el conflicto en tanto microestructuras. Son varios los ejemplos que encontramos a lo largo del ciclo cinematográfico propuesto: Unamuno (Karra Elejalde) quien pierde a sus amigos debido a que son tomados detenidos, o bien una amistad tan ingenua como la del maestro Don Gregorio (Fernando Fernán Gómez) con su alumno Moncho (Manuel Lozano) se ve arruinada al final por las diferencias ideológicas y las presiones por defender un bando.

En el caso de Las bicicletas son para el verano, podemos hallar la misma metáfora en la bicicleta. Un regalo que tenía como objetivo pasar los días más calurosos y llenos de luz con las amistades más cercanas, en un espacio de relajación y esparcimiento, construyendo historias y anécdotas, se ve truncado por el conflicto que termina interceptando este plan. De esta forma, la amistad es uno de los vectores que este tipo de acercamiento histórico permite rescatar para el análisis e interpretación de la contienda bélica.

El forjamiento de una amistad tiene como condición el poder desnudar los pensamientos más íntimos de la persona. A través de su puesta en común es que los sujetos llegan a conocerse plenamente y a aceptarse tal cual son. En el caso de Mientras dure la guerra, encontramos un énfasis particular en la relación de amistad para las vidas cotidianas durante el franquismo. De esta forma, si bien el círculo más íntimo de los amigos de Unamuno (había habilitado espacios de discusión exentos de prejuicios), se reúne con un café de por medio en su punto de encuentro cotidiano, el transcurrir de la guerra va erosionando este vínculo y generando reticencias y discusiones. La producción refleja este recorrido hasta mostrarnos un grupo de amigos destruido, desmembrado e incluso comprometido con las distintas autoridades políticas, con las que Unamuno luego de un período de reflexión intenta interceder. 

En el caso del clásico dirigido por Jaime Chávarri, los aspectos más cotidianos se ven revalorizados en una historia netamente familiar, pero enmarcada en los trastornos que desató la Guerra Civil. La familia compuesta por Don Luis (Agustín González), su esposa Dolores (Amparo Soler Leal) y sus hijos, desarrollarán en el film diálogos que inspiran valores al seno del núcleo hogareño. Con un inocente pero bello argumento, este costado de la historia nos recuerda todas las herramientas que la sociedad española tuvo que pulir y desarrollar para sobrevivir a la guerra; y eso también es un legado del conflicto que debe trascender.

La vida nos muestra que, situaciones cotidianas como ir a la escuela, a trabajar, o compartir un momento agradable con un amigo o un familiar, se tornan de un color especial, todo resulta más fácil y llevadero si nos encontramos inmersos en dicha cotidianeidad. Al observar estas tres películas encontramos que esos pequeños detalles se convierten en un punto central para marcar la diferencia: con la llegada de la guerra aquellas cosas que antes eran agradables, diarias y divertidas, ahora son extrañas, imposibles e incluso se encuentran prohibidas. Los colores ya no son cálidos y vivos sino oscuros, los paseos en bicicleta se terminan, el verano ya no es más que un eterno invierno, las salidas recreativas solo son un conjunto de miedos e inseguridades, no se sabe con certeza si volver a casa dejará de ser algo usual. Es en estos momentos donde los recuerdos son un revivir constante, donde pensar se torna un acto revolucionario y las ideas viajan más allá de lo que uno pueda imaginar. El impacto y la fuerza que las palabras toman cuando se utilizan para luchar contra las injusticias, las faltas de derechos, y los silenciamientos, perduran para siempre en el inconsciente.

Aquellas pequeñas cosas: valorar los momentos simples

De esta manera, el ciclo de cine que hoy presentamos reivindica la libertad de expresión que todas y cada una de estas grandes películas exteriorizan, y valora los pequeños actos cotidianos que en todas ellas se muestran trastocados por uno de los acontecimientos más cruentos de la Historia. 

En el caso de la película “Mientras dure la guerra”, el actor Karra Elejalde interpreta al célebre escritor Miguel de Unamuno, quien en un principio apoyó las ideas del bando nacionalista pero que luego de vivenciar varias injusticias y pérdidas de compañeros se encontró en contradicción con su propia ideología, decidiendo desde su lugar revertir y subsanar, a través de su accionar, el daño que había generado.

De esta manera, utilizó el poder de la palabra para reivindicarse con su discurso frente al ejército franquista, como así también dejar plasmado en futuros textos su arrepentimiento y su cambio de mentalidad frente a las terribles injusticias acaecidas durante la Guerra Civil.

A su vez, en la película “La lengua de las mariposas” encontramos este mismo concepto, pero desde una perspectiva completamente diferente, donde un maestro y un alumno crean un lazo más allá de lo educativo. Don Gregorio (Fernando Fernán Gómez) es un profesor que desde el comienzo del film marca la diferencia, ya que su forma de enseñar no era convencional para la época. La relación que entabló con su alumno Moncho (Manuel Lozano) fue especial, enseñándole a mirar desde otra perspectiva las cosas importantes, a razonar, a cuestionar lo que le rodeaba.

Fue la persona que le transmitió confianza en sí mismo y que supo comprenderlo como nadie lo había hecho. La conexión que los unió es la magia de la película; a partir de ella, podemos reflexionar sobre el título de la misma: “La lengua de las mariposas”, una idea simple, pero con un mensaje profundo. Por un lado, la lengua no es sólo un órgano muscular que nos permite articular fonemas, con ella se transmiten pensamientos, emociones, ideas y se resignifican conceptos. Pero por otro, las mariposas se relacionan con la transformación, el renacer y la libertad. Por lo tanto, como espectadores concluimos en que el film, ya desde el título, plantea la importancia que tiene la libertad de expresión.

Finalmente, en el caso de “Las bicicletas son para el verano” encontramos el sin fin de recursos que una familia supo desarrollar para atravesar la guerra, seguir unida y fomentar la esperanza aún en los más pequeños. Todo esto a pesar de ver cómo a su alrededor el conflicto cobró protagonismo, y lo que alguna vez pudo ser un simple juego de niños, luego se convirtió en una cruel realidad.

El poder de la palabra muchas veces genera cambios positivos en la sociedad; sin embargo, también puede provocar daños inconmensurables que marcan para siempre la historia. Esto se vio reflejado en las tres películas analizadas, dejando entrever que el ser humano puede ser privado de sus derechos, su identidad, su ideología, sus decisiones, y hasta su libertad, pero que en los peores momentos de desesperación y dolor un consuelo o una ayuda, son sanadores y reconfortantes, permitiendo así, colmarse de esperanza.

Las palabras pueden tener múltiples significados, positivos o negativos. Sin embargo, hay algo que pudimos observar en cada una de estas tres historias, y que lo sintetizamos a modo de reflexión: el pensamiento es un acto revolucionario, es un reflejo de la libertad del ser humano.

Fichas técnicas

Título original: Las bicicletas son para el verano

Año: 1984

Duración: 103 min.

País: España

Dirección: Jaime Chávarri

Guión: Salvador Maldonado

Teatro: Fernando Fernán Gómez

Música: Francisco Guerrero

Fotografía: Miguel Ángel Trujillo

Reparto: Amparo Soler Leal, Agustín González, Victoria Abril, Alicia Hermida, Gabino Diego, Marisa Paredes, Patricia Adriani, Aurora Redondo, Laura del Sol, Emilio Gutiérrez Caba, Carlos Tristancho, Guillermo Marín, Miguel Rellán.

Productora: InCine S.A, Jet Films, Impala. Productor: Alfredo Matas.

Género: Drama / Guerra Civil Española. Años 30

Título original: La lengua de las Mariposas

Año: 1999

Duración: 97 min.

País: España

Dirección: José Luis Cuerda

Guión: Rafael Azcona, José Luis Cuerda, Manuel Rivas

Novela: Manuel Rivas

Música: Alejandro Amenábar

Fotografía: Javier Salmones

Reparto: Fernando Fernán Gómez, Manuel Lozano, Uxía Blanco, Gonzalo Uriarte, Alexis de los Santos, Jesús Castejón, Guillermo Toledo, Elena Fernández, Tamar Novas, Roberto Vidal Bolaño.

Productores: José Luis Cuerda, Fernando Bovaira.

Género: Drama / Años 30 / Infancia / Enseñanza

Título original: Mientras dure la guerra

Año: 2019

Duración: 103 min.

País: España

Dirección: Alejandro Amenábar

Guión: Alejandro Amenábar, Alejandro Hernández

Música: Alejandro Amenábar

Fotografía: Alex Catalán

Reparto: Karra Elejalde, Eduard Fernández, Santi Prego, Patricia López Arnaiz, Inma Cuevas, Nathalie Poza, Luis Bermejo, Mireia Rey, Tito Valverde, Luis Callejo, Luis Zahera, Carlos Serrano-Clark, Ainhoa Santamaría, Itziar Aizpuru, Pep Tosar, Jorge Andreu.

Productora: Mod Producciones, Movistar+, Himenóptero, K&S Films.

Distribuidora: Buena Vista International

Género: Drama | Guerra Civil Española. Años 30

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